Entrevistamos a Joaquín López Avellaneda, Director, PwC Tax & Legal en PWC
Joaquín López Avellaneda es un destacado profesional del área legal, oriundo de Melilla y Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada. Su especialización en Derecho Tributario se consolidó durante su experiencia en las oposiciones para el Ministerio de Hacienda. A lo largo de su carrera, ha dedicado su expertise a esta materia en diversos despachos legales. Actualmente, Joaquín es el Director de PwC Tax & Legal en Málaga, donde lidera con éxito el equipo del Departamento de Derecho Tributario.
¿Qué le motivó a estudiar Derecho y a convertirse en abogado?
Nunca he tenido ningún referente en mi familia que se dedicara a la abogacía. Mi padre fue médico militar y mi madre pediatra. Tal vez, su dedicación a ayudar a los demás me inspiró a elegir el campo de la abogacía, ya que, al igual que en la medicina, se trata de una labor profundamente humana y orientada al servicio de la comunidad.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentó al inicio de su carrera?
Existe una gran diferencia entre la teoría y la práctica, tanto en la carrera de Derecho como en las oposiciones y el inicio del trabajo profesional, trasladándose a mi experiencia. Cuando te enfrentas a un acta de inspección de Hacienda y ves su estructura en un documento real, el primer desafío es aplicar la teoría que has aprendido para satisfacer las necesidades específicas del cliente y ofrecerle una solución adecuada. Al principio, puedes sentir que estás avanzando lentamente en la ejecución de estas soluciones. Sin embargo, pasar por este proceso es fundamental, ya que adquirir práctica es esencial en cualquier aspecto de la vida.
¿En qué área del Derecho se ha especializado y por qué eligió esa especialidad?
Me especialicé en Derecho Tributario porque en el cuarto año de carrera descubrí que me apasionaba esta asignatura. Al finalizar mis estudios, busqué la orientación de mi catedrático de Derecho Tributario, quien me aconsejó preparar unas buenas oposiciones. Su recomendación fue muy valiosa, ya que incluso si no aprobaba las oposiciones, el proceso de preparación me proporcionaría una sólida especialización en Derecho Tributario. Le agradezco mucho ese consejo, pues gracias a él pude elegir este camino, al que me dedico actualmente.
Además, dentro del Derecho Tributario, he tenido la oportunidad de trabajar en diversas áreas, como inspecciones de Hacienda, comprobaciones tributarias, litigación tributaria, etc. Por lo tanto, mi formación durante las oposiciones me ha permitido desarrollar habilidades prácticas en operaciones de reestructuración societaria y asesoramiento a empresas familiares. Esta formación y experiencia han sido fundamentales para mi carrera profesional.
¿Podría compartir algún caso significativo o memorable en su carrera?
Sí, siempre es una gran satisfacción cuando sientes que has podido ayudar a alguien y resolverle un problema, especialmente en el área en la que me especializo, que abarca temas relacionados con Hacienda. Son cuestiones complejas y a menudo delicadas, por lo que poder aportar soluciones es muy gratificante.
Recuerdo un caso en particular que puedo mencionar sin vulnerar el secreto profesional, ya que apareció en la prensa local de Málaga. Se trataba de un cliente al que logramos que la administración le devolviera una cantidad significativa en impuestos locales que había pagado. Fue un caso muy novedoso, ya que no era una situación común y fue ganado vía judicial en el Tribunal de Justicia de Andalucía. Ser uno de los primeros en abordar y resolver un caso de esta naturaleza fue una enorme satisfacción para mí.
Aunque, como he mencionado, en general, siempre que ayudamos a alguien, ya sea en una comprobación, inspección de Hacienda o asistiendo a empresas familiares a ordenar su patrimonio para evitar problemas futuros en la transmisión a la siguiente generación, sentimos una gran felicidad. En especial, nos enorgullece poder ayudar a las empresas familiares en estos aspectos tan importantes.
¿Qué impacto han tenido las nuevas tecnologías en la práctica del Derecho?
Considero que estamos en un momento decisivo, con cambios que ocurren a pasos agigantados, especialmente con la introducción de la inteligencia artificial (IA). Aunque la IA tiene un gran potencial, creo firmemente que debe ser vista como un medio y no como un fin en sí mismo. La IA puede mejorar la práctica de la abogacía, pero la figura del abogado sigue siendo insustituible.
La IA puede ayudarnos a automatizar procesos y a obtener información que no aporta un valor añadido significativo. Esto permitirá que los abogados se concentren en aspectos que realmente añaden valor. En la actualidad, la clave no reside en la acumulación de información, sino en la gestión del conocimiento. Es crucial que los profesionales del derecho sepan cómo gestionar este conocimiento de manera efectiva.
Por lo tanto, el profesional de la abogacía que prospere será aquel que sepa gestionar adecuadamente todo ese conocimiento y que se mantenga en un constante proceso de estudio y actualización.
¿Cuál es su enfoque o filosofía al abordar un caso?
Para mí, el enfoque más importante en nuestra profesión es siempre pensar en las necesidades del cliente. Es esencial entender lo que el cliente realmente necesita y ofrecer soluciones que se ajusten a sus expectativas y objetivos. En definitiva, la prioridad siempre debe ser el cliente.
En segundo lugar, es crucial contar con toda la información necesaria para resolver el caso de manera efectiva. Ya sea que estemos manejando una comprobación de Hacienda o ayudando a una empresa a organizar su patrimonio de manera fiscalmente eficiente, la clave está en obtener información precisa y detallada. En Derecho Tributario, los detalles son fundamentales, y una comprensión exhaustiva de la situación permite ofrecer asesoramiento de alta calidad y soluciones bien fundamentadas.
¿Cómo maneja la relación con sus clientes, especialmente en casos complejos o emocionales?
En la abogacía, es más importante ser empático que simplemente ser simpático. Nuestra profesión requiere que generemos confianza con los clientes, y para lograr esto, la empatía es una virtud esencial. La empatía nos permite ponernos en el lugar del cliente, entender sus preocupaciones y hacerle sentir que está siendo comprendido en sus necesidades.
La simpatía, por otro lado, si no está bien enfocada, puede romper el equilibrio necesario en la relación profesional. Los clientes no necesitan a alguien que solo sea simpático, sino a un profesional empático que les transmita confort y tranquilidad, y que sea capaz de comprender y abordar sus problemas de manera efectiva.
¿Qué importancia tiene la ética en su práctica profesional?
Para mí, la ética es la base fundamental de nuestra profesión, y creo que debe ser extremadamente alta. Desde mi punto de vista personal, “el límite siempre será la verdad”. En el ejercicio de mi labor profesional, mi compromiso es mantenerme fiel a la verdad en todo momento. Esto significa ser transparente con los clientes, actuar con integridad en todas las situaciones y siempre buscar soluciones que se alineen con la verdad y la justicia.
¿Alguna vez se ha enfrentado a dilemas éticos y cómo los ha manejado?
Sí, en temas relacionados con los impuestos, que son inherentemente complejos, he abordado los desafíos de dos formas principales. En primer lugar, me esfuerzo por guiar al cliente hacia soluciones que no solo sean efectivas, sino también las que le brinden tranquilidad a largo plazo. A veces, esto significa que la solución que propongo puede no ser la opción que inicialmente parece la menos costosa, sino la que presenta un análisis de riesgos más sólido y equilibrado.
Siempre es fundamental tener en cuenta que la ética es un límite inquebrantable en mi práctica profesional. Si algún enfoque pudiera generar problemas éticos o poner en riesgo la reputación de la firma para la que trabajo, inmediatamente rechazaría esa opción. Para mí, el objetivo no es llegar rápido, sino avanzar de manera segura y efectiva hacia una solución que sea ética y sostenible.
¿Qué consejo les daría a los estudiantes de Derecho o a los jóvenes abogados que recién comienzan?
Mi principal consejo para quienes están comenzando en el mundo de la abogacía es que mantengan la ilusión y la vocación por su trabajo. La ilusión es fundamental porque, aunque la abogacía es una profesión que conlleva deberes y responsabilidades, es la pasión y el entusiasmo los que realmente hacen que esos deberes se afronten con dedicación y compromiso. La vocación convierte el trabajo en una fuente de satisfacción y motivación, y eso es lo que marca la diferencia en el ejercicio profesional.
Además, les recomendaría que se especialicen en un área concreta del derecho. La especialización es clave en nuestra profesión, y hoy en día hay una amplia variedad de campos emergentes más allá de las tradicionales áreas de Derecho Tributario, Mercantil o Laboral. Por ejemplo, en el ámbito de la Ciberseguridad, la protección de datos, y el Derecho de las Tecnologías de la Información, entre otros, están ganando cada vez más relevancia.
Por último, en una ciudad como Málaga, el dominio del inglés es muy importante. Un buen nivel de inglés no solo amplía las oportunidades profesionales, sino que también es esencial para interactuar con clientes internacionales y acceder a una mayor variedad de recursos legales globales.
¿Qué habilidades considera esenciales para tener éxito en la abogacía hoy en día?
En primer lugar, es fundamental construir una sólida base técnica. La abogacía es una profesión que exige un continuo estudio y actualización de conocimientos para poder ofrecer soluciones de alta calidad a los clientes. Esta base técnica no solo se logra a través de la formación académica, sino también mediante la práctica constante, que es donde realmente se afianzan las habilidades y se aprende a aplicar la teoría en situaciones reales.
Además, tener un buen conocimiento de varios idiomas es cada vez más relevante en nuestra profesión. Si bien el inglés sigue siendo indispensable, otros idiomas también pueden abrir puertas y ofrecer ventajas en un entorno globalizado.
Finalmente, la honestidad, la cercanía y la empatía son cualidades esenciales en la abogacía. Los clientes valoran profundamente la honestidad en el trato, la transparencia en la comunicación y la capacidad de escuchar y comprender sus necesidades. Ser empático permite que los clientes se sientan escuchados y respaldados, lo cual es crucial para construir relaciones de confianza y ofrecer un servicio verdaderamente efectivo.
¿Cómo ve el estado actual del sistema de justicia en su país?
Recientemente escuché una noticia preocupante: “casi un tercio de los jueces en España están soportando una carga de trabajo que excede en un 50%”. Esta situación revela un retraso significativo en la administración de justicia en nuestro país. A menudo vemos en los medios de comunicación citaciones judiciales que se demoran meses o incluso años, lo que refleja una clara sobrecarga del sistema judicial.
En mi campo de especialización, el Derecho Tributario, es cierto que los retrasos en los procedimientos no son tan pronunciados como en otras áreas del derecho, pero esto no significa que estemos exentos de problemas. La justicia española, en general, presenta oportunidades de mejora, y creo que es fundamental abordar estos desafíos para lograr un sistema judicial más eficiente. Por ejemplo, sería muy interesante que existieran jueces especializados en Derecho Tributario, porque actualmente se está ejecutando desde la vía contenciosa administrativa.
¿Qué cambios o mejoras cree que son necesarios para un sistema de justicia más eficiente y justo?
Para mejorar el sistema judicial, es fundamental dotarlo de los medios adecuados. Un ejemplo claro de cómo la inversión puede marcar una diferencia es la Administración Tributaria española, que es considerada un modelo de eficiencia por muchos países. La clave de su éxito ha sido la inversión en recursos humanos, tecnología y procesos administrativos.
Si aplicáramos un enfoque similar en el ámbito judicial, podríamos observar mejoras significativas tanto en equipo humano, equipo material y tecnológico.
¿Cuáles son sus planes futuros en su carrera como abogado?
Para mí, lo más importante es estar siempre al servicio del cliente, asegurándome de entender y satisfacer sus necesidades de manera efectiva. Actualmente, estoy inmerso en un proyecto profesional que me apasiona y que encuentro muy estimulante: trabajar en PwC, en el Departamento de Derecho Tributario. Mi objetivo es seguir mejorando y creciendo profesionalmente, desarrollándome junto a mis compañeros, y contribuyendo al éxito y la reputación de la firma.
¿Hay algún proyecto o iniciativa en la que esté trabajando actualmente que le gustaría compartir?
Además del proyecto profesional donde me encuentro, que como he dicho anteriormente, donde nos centramos en el desarrollo y crecimiento del departamento y en alcanzar cada vez a más clientes, así como que haya una buena proyección profesional para cada uno de los que estamos en la firma. Actualmente estoy muy ilusionado en una nueva participación con una asociación, llamada El Despertar, que ayuda a personas con parálisis cerebral, con las cuales estamos aportando nuestro pequeño granito de arena ayundándoles a difundir y a presentarlo en la firma, en la Fundación de PWC. Esta colaboración no solo me llena de satisfacción personal, sino que también fortalece el compromiso social de nuestra firma.
¿Cómo visualiza el futuro de la profesión legal en los próximos 10-20 años?
He sido testigo de una transformación significativa en la profesión legal. Recuerdo los días en los que utilizábamos máquinas de escribir y típex para completar los formularios de impuestos, y ahora estamos en medio de un cambio aún mayor con la Inteligencia Artificial. ¿Cómo visualizo este cambio? Veo un uso importante de la tecnología, pero como un complemento, una herramienta para mejorar y ofrecer un servicio de mayor calidad a los clientes. La IA tiene el potencial de impulsar a los abogados, permitiéndoles destacar y utilizar esta tecnología para brindar un servicio óptimo.
¿Qué tendencias cree que serán más relevantes?
Las áreas clásicas del derecho, como las fiscales, laborales y mercantiles, siempre serán relevantes. Eso siempre ha existido, existe y seguirá existiendo. Sin embargo, con el avance de los tiempos y la tecnología, nuevas disciplinas están cobrando importancia. Temas como la ciberseguridad, la protección de datos y la regulación de la inteligencia artificial están emergiendo como áreas cruciales. Además, la incorporación de la IA en los procesos de asesoramiento a los clientes será fundamental. Estas nuevas materias no solo complementarán las disciplinas tradicionales, sino que también ofrecerán oportunidades para innovar y mejorar la práctica legal.
¿Cuáles son las principales cualidades y habilidades para los/as aspirantes que quieren entrar en su equipo de PWC?
A nivel general, buscamos personas con un fuerte deseo de aprender, que valoren el trabajo en equipo y se esfuercen por crear un ambiente laboral positivo. Es importante que también tengan aspiraciones de crecimiento profesional, ya que ofrecemos muchas oportunidades y un proyecto profesional sólido y prometedor.
Pero si hablamos de personas que quieran entrar en mi equipo de trabajo, para mi es fundamental que sean buenas personas, que estén dispuestas a trabajar en equipo de manera generosa, dispuestas a compartir sus conocimientos y ayudarse mutuamente.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la firma en la atracción del talento en el mercado actual?
Prefiero hablar de la fidelización y el cuidado del talento. Para fidelizar el talento en la abogacía hoy en día, es crucial ofrecer a los profesionales proyectos enriquecedores que les permitan crecer y aprender continuamente y que puedan realizar una carrera profesional dentro de la firma. Además, en el ámbito del Derecho Tributario, dan diferentes interpretaciones novedosas o algún criterio donde aprovechando la legislación se pueden dar diferentes interpretaciones, lo que permite a los abogados avanzar profesionalmente
¿Cuáles son las estrategias clave que emplean para fidelizar a sus empleados/as más talentosos/as?
Ofrecemos un proyecto profesional sólido y un ambiente de trabajo positivo, todo acompañado de oportunidades de desarrollo profesional dentro de una firma de gran reconocimiento. Además, realizamos diversas actividades internas como team building y eventos que refuerzan el sentido de comunidad y pertenencia. Nos aseguramos de que nuestros empleados no solo se sientan valorados en su trabajo diario, sino también conectados con la sociedad en la que operamos.
Además, durante las entrevistas, siempre preguntamos a los candidatos qué esperan de nuestra firma. En una ocasión, nos dijeron que querían una implicación directa con el cliente desde el primer momento. En PWC, independientemente de su nivel de experiencia, nuestro equipo participa siempre en reuniones y mantienen contacto directo con los clientes, para que se sientan siempre involucrados. Esto no solo enriquece su desarrollo profesional, sino que también garantiza un servicio más personalizado y efectivo.
¿Cómo miden la satisfacción y el compromiso de sus empleados/as?
Todos los años, PwC realiza una encuesta global a sus empleados para evaluar su satisfacción en varios aspectos, incluyendo la carrera profesional, el ambiente de trabajo y el trato recibido. Los resultados de estas encuestas son consistentemente positivos, lo que indica que estamos en el camino correcto en cuanto a la gestión y el cuidado de nuestro equipo. Este feedback nos motiva a seguir mejorando y a mantener un entorno laboral donde nuestros empleados se sientan valorados y apoyados.
¿Qué oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional están disponibles para los/as empleados/as dentro de la firma?
La firma ofrece un amplio abanico de oportunidades. Para aquellos que buscan una experiencia internacional, existe la posibilidad de trabajar en nuestras oficinas en el extranjero. Además, ofrecemos proyectos transversales en los que se puede participar, lo que resulta muy enriquecedor, ya que permite aprender y colaborar con otros departamentos. Estas oportunidades no solo amplían las habilidades y conocimientos, sino que también fomentan una perspectiva global y multidisciplinaria.
¿Cómo describiría la cultura organizacional de PWC y cómo se refleja en el día a día de sus empleados/as?
Nuestra prioridad es siempre dar la máxima calidad, buscar que las cosas se hagan de la mejor manera y pensar siempre en el cliente, todo eso unido a un buen ambiente laboral. Esto, al final, hace que el servicio que se da sea óptimo, ya que las personas que trabajan con nosotros están a gusto.
¿Qué características y comportamientos son valorados positivamente y promovidos entre los líderes de PWC?
En mi caso, y creo que esta opinión es compartida por muchos de mis compañeros, lo que más valoro es el buen compañerismo, la lealtad y la posibilidad de ver reflejados nuestros méritos en una proyección profesional clara. Esto se consigue a través de un ambiente de trabajo positivo, donde el esfuerzo en equipo es reconocido y apreciado. Disfrutar de un buen ambiente laboral es fundamental para lograr estos objetivos.
¿Cómo se están preparando para los desafíos futuros relacionados con la fidelización y desarrollo de los profesionales?
Desde mi perspectiva, y basándome en lo que he observado en las personas que se están incorporando ahora en comparación con mi propia experiencia, creo que es fundamental que los nuevos empleados se sientan como protagonistas desde el primer día. Es clave que participen en proyectos y asuntos que les resulten atractivos y desafiantes, de manera que se sientan verdaderamente involucrados desde el inicio. De esta forma, logramos que se comprometan más rápidamente y se integren de manera efectiva en el equipo.
Como pregunta final, ¿hay algo más que le gustaría añadir o algún mensaje final que desee compartir con nuestros lectores?
Me gustaría destacar cuatro cualidades que valoro mucho en las nuevas incorporaciones a nuestro equipo. Primero, es fundamental que sean buenas personas; en nuestra profesión, tratar bien al equipo y al cliente es esencial. Segundo, deben tener ilusión por su trabajo, ya que la pasión y el entusiasmo son clave para enfrentar los desafíos profesionales. Tercero, es importante que ofrezcan calidad en su trabajo, asegurándose de que cada tarea se realice con el máximo compromiso y profesionalismo. Y por último, deben ser buenos compañeros de equipo, fomentando un ambiente de colaboración y apoyo mutuo.
En el ejercicio de mi profesión, me inspira una frase de San Pío X, que dice: “Lo que está mal, está mal, aunque lo haga todo el mundo; y lo que está bien, está bien, aunque no lo haga nadie”. Esta cita refleja mi convicción de que la ética y la integridad deben ser nuestras guías, sin importar las circunstancias.
Y hasta aquí la entrevista con Joaquín. Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a Joaquín López Avellaneda, por tomarse el tiempo para compartir su experiencia con nosotros. Ha sido una conversación fascinante sobre la situación del sector legal en el ámbito de los RRHH, un área en la que HRCS está especializada. Estamos seguros que nuestros/as lectores/as han encontrado mucho valor en sus palabras. Gracias a todos/as por acompañarnos en esta entrevista, ¡y nos vemos en el próximo artículo de nuestro blog!